11 de Febrero 1873 – I República española

Todo había comenzado el lunes 11 de febrero de 1873, cuando el diario La correspondencia de España dio la noticia de que el rey había abdicado e inmediatamente los federales madrileños se agolparon en las calles pidiendo la proclamación de la República.

La abdicación del rey Amadeo I estuvo motivada por las dificultades a las que tuvo que enfrentarse durante su corto reinado –de apenas de dos años–, como la guerra de Cuba, el estallido de la Tercera Guerra Carlista, la oposición de los monárquicos alfonsinos, que aspiraban a la restauración borbónica en la figura de Alfonso de Borbón, exiliado desde 1868.

El primer gobierno de la República tuvo que afrontar una situación económica, social y política muy difícil. Pero el problema más urgente que tuvo que atender el nuevo gobierno fue restablecer el orden político de España.

La primera sesión de las Cortes Constituyentes se abrió bajo la presidencia del veterano republicano José María Orense y Estanislao Figueras fue elegido el primer presidente del Poder Ejecutivo por la Asamblea Nacional.

Tras la caída de este primer gobierno, Pi y Margall presentó un proyecto de gobierno ante las Cortes se basaba en la necesidad de acabar con la guerra carlista, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la esclavitud y las reformas en favor de las mujeres y los niños trabajadores.

El 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos se pronunció en Sagunto a favor de la restauración en el trono de la monarquía borbónica en la persona de don Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II.

Luego Martínez Campos telegrafió al presidente del gobierno Sagasta y al ministro de la Guerra Francisco Serrano Bedoya, quienes a su vez se comunicaron por vía telegráfica con el presidente del Poder Ejecutivo de la República, el general Serrano, que se encontraba en el Norte combatiendo contra los carlistas. Serrano les ordenó no resistir y el gobierno aceptó la decisión sin protestar, por lo que no ofreció ninguna resistencia cuando se presentó en la sede del gobierno el capitán general de Madrid Primo de Rivera, implicado en el pronunciamiento, y les ordenó disolverse.

El 31 de diciembre de 1874 se formó el llamado Ministerio-Regencia presidido por Cánovas a la espera de que el príncipe Alfonso regresara a España desde Inglaterra para convertirse en el rey Alfonso XII.